Na dureza do caminho,
asfalto rachado,
buracos predominam, por entre carros desesperados a encontrar caminho, nesta estrada sem vida.
Neste frio espaço dos caminhos,
inesperada flor brota, numa das rachaduras.
Que força tem a vida!
A beleza que surge na rude estrada, sem medo,
bela e perfumada a provocar a feiura.
A beleza de uma flor empodeirada, fruto da natureza, não tem medo e nem respeito,
a quem ou aquilo que tenta lhe abafar a formosura.
Uma criança grita ao pai, desesperado, à desviar dos buracos:
- Pai, uma flor!!!
- Que flor filho? Aqui só tem buracos.
- Me deixe dirigir, antes que o carro estrague, nesta maldita estrada.
Neste instante o pai viu a flor,
e em ato automático, desliga a máquina, motor, seu próprio automatismo...
De mãos com o filho, dirigem-se à flor e com os olhos,
derramando em lágrimas, toca sua beleza e lembra do motivo do destino.
Sua viagem, por entre buracos e rachaduras,
não era por amor e sim por ódio.
- Chefe desgraçado dizia, antes de sair.
- Trabalhar, hoje, e ainda por necessidade levar meu filho.
-Quem ele pensa que é?
A flor, em meio a buracos e rachaduras na feiura do asfalto, sem vida, nâo mediu esforços para crescer em inóspito lugar, pensou o pai com o filho admirado pela beleza da flor.
O pai olhou para o menino e disse:
-Filho, quem sou eu para negar meu destino?
- Uma flor, com a força da natureza cresce em meio a dor de um espaço sem vida.
Nas aparentes dificuldades da vida, ou momentos não agradáveis e sem saída,
a natureza sem medo vence.
Mostrar sua beleza e força e não teme a dificuldade do momento,
sem nenhum lamento.
Quem somos nós, para discutir os designos da natureza?
Dificuldades, incertezas, momentos desagradáveis, todos temos.
A lição da flor é a que com clareza nos fala da luta, em meio a rudeza dos momentos, que sem força, beleza ou Amor a Vida será apenas lamentos e asfaltos rachados e cheios de buracos.
Camino de las flores
De manera difícil,
con asfalto agrietado,
donde predominan los baches, entre los coches desesperados por encontrar su camino, en este espacio sin vida.
En este frío espacio de los coches,
una flor brota inesperada en una de las grietas.
¡Qué fuerza tiene la vida!
La belleza que aparece en el camino accidentado, sin miedo,
bella y perfumada para provocar la fealdad.
La belleza de una flor, fruto de la naturaleza, no tiene miedo ni respeto,
a quién o qué intenta sofocar su belleza.
Un niño le grita a su padre, desesperado, mientras evita los agujeros:
- Papá, una flor !!!
- ¿Qué flor hijo? Aquí solo hay agujeros.
- Déjame conducir, antes de que el coche se averíe, por esta maldita carretera.
En este momento el padre vio la flor,
y automáticamente apaga la máquina, el motor, su propio automatismo ...
Manos con el niño, van a la flor y con los ojos,
derramando lágrimas, toca su belleza y recuerda la razón del destino.
Tu viaje, a través de agujeros y grietas,
no fue por amor sino por odio.
- Dijo el jefe vergonzoso, antes de irse.
- Trabajar, hoy, y todavía por necesidad de llevar a mi hijo.
- ¿Quién se cree que es?
La flor, entre agujeros y grietas en la fealdad del asfalto, sin vida, no escatimó esfuerzos para crecer en un lugar inhóspito, pensó el padre con su hijo, admirado por la belleza de la flor.
El padre miró al niño y dijo:
-Hijo, ¿quién soy yo para negar mi destino?
- Una flor, con el poder de la naturaleza, crece en medio del dolor de un espacio sin vida.
En las aparentes dificultades de la vida, o momentos desagradables sin salida,
la naturaleza intrépida gana.
Muestra tu belleza y fuerza y no temas la dificultad del momento,
sin ningún arrepentimiento.
¿Quiénes somos para discutir los diseños de la naturaleza?
Dificultades, incertidumbres, momentos desagradables, todos los tenemos.
La lección de la flor es la que nos habla claramente de la lucha, en medio de la dureza de los momentos, que sin fuerza, belleza o Amor a Vida, solo serán lamentos y asfaltos rajados y llenos de agujeros.
Rafael Machado Kluwe
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